Llegó la primavera y el amor está en el aire, incluso para los estudiantes de escuela intermedia. Pero ¿debería ser así?
Si tu hijo está en la escuela intermedia y ya salió el tema de las citas, probablemente te estarás haciendo preguntas como estas:
- ¿Qué dice sobre la personalidad de mi hijo en el futuro el hecho de que comience a tener citas tan joven?
- ¿Qué ocurre si mi hijo comienza a tener relaciones sexuales? ¿Qué sucede si no tiene la madurez suficiente para saber decir que no?
- ¿Y si mi hijo queda herido después de salir con alguien y esto lo prepara para tener malas relaciones en el futuro?
- ¿Qué ocurre si mi hijo adquiere una mala reputación por tener citas tan joven?
- ¿Cómo sé si este es el primero de muchos pasos que mi hijo tomará en dirección contraria a mí?
Estoy usando las palabras "hijo" y "salir con alguien" en la misma oración y algunos de ustedes están espantados.
Una de las mayores dificultades de salir con alguien en la escuela intermedia es que todavía son niños; sin embargo, son niños atrapados entre dos mundos: no tan pequeños, pero tampoco adolescentes aún. Oscilan entre dos mundos que los tironean: a veces, quieren quedarse en casa y jugar con sus juguetes y, en otros momentos, se mueren por actualizar su estado de relación en la biografía de Instagram.
Lo que dificulta aún más la situación es que estamos hablando sobre un término que no tiene una definición universal. ¿Qué significa "salir con alguien"? Quizá te imaginas a tu hijo faltando a clases para tener algún tipo de contacto romántico en el parque. A lo mejor tu hijo imagina enviarse mensajes con alguien a quien tiene miedo de hablarle en los pasillos de la escuela. Es difícil establecer reglas en un área tan indefinida.
Entonces, definámosla. Defínela con tu hijo. Antes de enloquecer, pregúntale con calma: "¿Qué implica salir con alguien a tu edad?". Su respuesta podría generarte sorpresa y alivio. Es el momento justo para decirle lo que aceptas y en lo que tienes límites estrictos. Ten la valentía de afrontar esas conversaciones difíciles sobre intimidad física y emocional, reputación y cualquier otra cosa que te preocupe. Recuerda tener esta conversación en un modo en que respete su necesidad de sentirse más grande y tu necesidad de protegerlo. Mantener una expresión neutra mientras hablas será de gran ayuda.
Esto también podría ayudarte. Mientras tú tienes una maraña de preguntas en la cabeza sobre lo que implica salir con alguien a esa edad, yo veo que la mayoría de las decisiones que toman los jóvenes de escuela intermedia se resumen en una pregunta: ¿Qué clase de persona quiero ser? No se trata de una pregunta filosófica. Es una prueba muy concreta para tomar decisiones a diario, minuto a minuto. ¿Quiero ser el tipo de persona a la que le gusta Chance The Rapper o Bruno Mars? ¿La que usa Vans or Nike? ¿La que come carne o es vegetariana? ¿Qué es lo que les dirá cada una de estas decisiones a las personas que me rodean?
Recién en los comienzos de la adultez dejamos de preguntarnos qué dice cada decisión sobre nuestra identidad y eso es porque en esa etapa estamos listos para concentrarnos en otra persona además de nosotros mismos: una pareja.
Si tu hijo quiere salir con alguien en la escuela intermedia, probablemente tenga menos que ver con el mundo de las parejas y más con la búsqueda de una respuesta a la pregunta constante: "¿Soy el tipo de persona que podría gustarle a otro?".
Ten cuidado del efecto de la fruta prohibida. Puedes trazar una línea marcada oponiéndote a las citas, pero en la escuela intermedia, los jóvenes sienten mayor atracción por aquellas personas o cosas que sus padres les prohíben. Es difícil decirle que no puede pasar tiempo con determinada persona, especialmente cuando esa persona está con tu hijo ocho horas por día en la escuela sin que puedas supervisarlo. En lugar de prohibirle personas, piensa en prohibir actividades. Podrías decirle: "No quiero que tengas una cita, o etiquetes a esta persona como tu novio/novia, pero me parece bien que lo/a conozcas mejor a través de mensajes de texto". Si tu hijo se muestra encaprichado, invita a cenar a su nuevo amigo/a con tu familia. Puede parecer anticuado, pero la presencia de los adultos es una muy buena manera de desacelerar todo.
Los niños a esta edad maduran a su propio ritmo. Al mismo tiempo que te recomiendo no hacer suposiciones sobre los niños que están interesados en tener citas a esta edad, ni sobre lo que dice de su carácter, también te sugeriría que prestes atención a la sucesión de citas. Existen investigaciones que revelan que los niños que sienten la necesidad de ir de relación en relación durante la escuela intermedia suelen adoptar conductas de alto riesgo en la escuela secundaria y en etapas posteriores. Mientras que pensar o incursionar en esta parte más adulta de la vida es normal, sería recomendable que consultes con un profesional si tu hijo tiene una tendencia a cambiar de relaciones muy seguido a una edad temprana.
Más allá de tus reglas entorno a este tema, puede resultar útil si sientes empatía con esa necesidad de seguridad y aceptación, y entiendes que no necesariamente es una señal de inseguridad a largo plazo, sino una fase normal del crecimiento personal. Hablarlo con tu hijo es una excelente oportunidad para saber lo que dispara sus emociones, y te da la posibilidad de compartir las tuyas.
Si necesitas más información para comprender a tu hijo durante la etapa de la escuela intermedia, lee el libro de Michelle: Middle School Makeover: Improving The Way You and Your Child Experience the Middle School Years.