Cuando un adolescente termina la escuela, muchos temas pasan por la cabeza de sus padres. ¿Van a poder vivir solos? ¿Cómo manejarán las situaciones difíciles? ¡No puedo creer lo rápido que han crecido! Pero con qué frecuencia los padres se detienen a pensar: ¿mi hijo/a sabe cómo llevar adelante una relación romántica saludable?
Esta etapa, que es la transición a la vida después de la secundaria, es la más apropiada para tener o volver a tener una conversación sobre el amor y sus tantas manifestaciones.
Según un informe publicado la semana pasada por Making Caring Common Project de la Harvard Graduate School of Education, "un gran número de adolescentes y adultos jóvenes no están preparados para construir relaciones románticas de mutuo cuidado y duraderas", pero están "ansiosos por tenerlas". Esto se debe a que padres, educadores y otros adultos que los rodean no les dan mucha orientación sobre el tema.
“Algunos padres ni piensan en ello, no está en su radar”, aseguró Richard Weissbourd, docente y director de Making Caring Common de Harvard. "Algunos padres no saben qué decir. Sienten que fracasaron en sus propias relaciones, o que no saben suficiente. Creo que sí saben, pero no se tienen confianza al respecto. El amor es un tema complejo. Dan por sentado que sus hijos no quieren hablar con ellos".
Pero la realidad es que sí quieren conversar con sus padres. De hecho, el 70% de los más de 2000 encuestados de entre 18 y 25 años manifestó que sí querían que sus padres les dieran más información sobre el aspecto emocional de una relación romántica. Esto incluía: "cómo tener una relación más madura", "cómo manejar el fin de una pareja" y "cómo evitar salir lastimado de una relación".
Muchos encuestados también se mostraron confundidos incluso en cómo reconocer una relación saludable.
"Pienso que después de terminar la secundaria es más probable que los jóvenes quieran tener estas conversaciones con sus padres", agregó Weissbourd. "Están en una edad en la que probablemente tengan que tomar dos de las decisiones más importantes de sus vidas: trabajo y amor".
Habla del amor romántico
Los padres suelen hablar de sexo con sus hijos, pero no tocan el tema del amor. "Lo importante es pensar por qué tienes esos sentimientos profundos e intensos hacia la otra persona", explicó Weissbourd. "Pero nuestros jóvenes no lo hacen".
Weissbourd cree que la mayoría de los adolescentes sí saben, en teoría, que deberían respetarse en las relaciones, pero les resulta difícil identificar de qué se trata eso realmente. Los padres deben dar un paso más lejos y describir en detalle distintas situaciones románticas y sexuales, enfatizó Weissbourd.
"Me refiero a que se los expliquen", agregó Weissbourd. "¿Qué significa en verdad ser respetuoso en una relación? Se trata de ser generoso, de hacer sacrificios. Los padres tienen que hablar sobre qué cosas constituyen el respeto".
Los jóvenes suelen confundir el amor con la obsesión o con la fascinación por alguien. Experimentan los sentimientos, pero no siempre llegan a entenderlos. Necesitan ejemplos y participar en conversaciones periódicas.
"El amor cambia con el tiempo, el tipo de amor que vives después de 30 años de matrimonio no es el mismo que tienes en la universidad", sostuvo Weissbourd. "Es necesario que los padres hablen de estos diferentes tipos de amor. Pero es difícil cuando les falta el vocabulario. Se pierde mucho en las interpretaciones".
Otras preguntas que podrían hacer los padres son: ¿Qué crees que significa estar enamorado? ¿Cómo sabes cuando estás enamorado? ¿Cómo sabes cuando estás en una relación sana? ¿Cómo sientes el amor?
"Los padres no tienen por qué conocer todas las respuestas, pero sí tienen que participar en estas charlas", recomendó Weissbourd. "Simplemente muéstrate disponible cuando tu hijo comience a vivir este tipo de relaciones".
Habla de la misoginia y del acoso
A pesar de que una de cada cinco mujeres manifiesta haber sido acosada sexualmente en la universidad, según el National Sexual Violence Resource Center, la mayoría de las encuestadas nunca habló con sus padres sobre el consentimiento. El 76% aseguró que nunca tuvo una conversación sobre cómo evitar el acoso sexual.
Cuando llega el momento en el que los adolescentes se van de casa al terminar la escuela, hay conversaciones importantes que los padres deben tener con ellos. Especialmente con los adolescentes que van a la universidad, son fundamentales los temas del acoso sexual y del consentimiento.
"Los padres deben dejar muy en claro qué es el acoso", enfatizó Weissbourd. "Muchas personas no saben que algunas de sus acciones implican un acoso. Como decirle a un extraño en la calle que se ve muy bien o que luce mejor si sonríe. Parte de [esta conversación] es explicárselo bien a los jóvenes varones".
El 62% de los encuestados aseguró que nunca tuvo una conversación con sus padres sobre qué significa el acoso sexual, y el 67% confesó que nunca habló sobre lo que debería hacer si es víctima de un acoso.
No tiene por qué ser una conversación incómoda o intensa. Los padres pueden encontrar puntos de abordaje hablando de la letra misógina de una canción, de una noticia de acoso sexual o de películas que muestran situaciones de acoso. El punto central es que los padres tienen que abordar estos temas. El informe concluye que "es una irresponsabilidad nuestra como padres no decir nada en estas situaciones".
Trabaja activamente para desterrar mitos
Un gran mito que el estudio disipa es la "cultura de los encuentros ocasionales". Tanto adolescentes como adultos tienden a sobrestimar bastante el hecho de que muchos jóvenes tienen encuentros ocasionales. De hecho, el estudio revela que la gran mayoría de los jóvenes no tiene este tipo de encuentros muy seguido.
Más allá de eso, el informe se refirió a otros mitos sobre el amor en nuestra cultura, como la idea de que cuando estás enamorado siempre lo sabes, que una vez que te enamoras es para siempre, y que el amor te llego de golpe como un rayo. Weissbourd destacó que los padres deben ocuparse de disipar estos mitos hablando con sus hijos, identificándolos en los medios y manifestándoles por qué estos mitos están tan generalizados en nuestra cultura.
En conversaciones y entrevistas con jóvenes, los investigadores marcaron que los adultos jóvenes decían que les parecía que una relación los desviaría de su carrera. "Este es un mito importante para tratar con una persona joven", aclaró Weissbourd. "Una relación estable no tiene por qué distraerte, por el contrario, puede darte más energía".
Quizás una de las conclusiones más importantes del informe, según Weissbourd, es que no podemos simplemente desterrar estos mitos o desafíos con hechos puntuales, sino por medio de un esfuerzo colectivo de padres, escuelas secundarias, universidades, docentes y otros adultos responsables para involucrar a los jóvenes en estos temas.
"Nunca creo que sea demasiado tarde para hablar de esto", dijo Weissbourd. "Puede resultar útil que los padres piensen en sus propias relaciones. Estas conversaciones son muy importantes para todos".
El apéndice del informe les da consejos a los padres para ayudar a los adolescentes y adultos jóvenes a desarrollar relaciones saludables y a reducir la misoginia y el acoso sexual en este sector demográfico.